Reconozco que hay 2 temas que siempre atraen mi atención. Uno es el seguimiento de lo que hicieron las SS bajo mandato de Himmler durante la estancia nazi en el poder. Y no me refiero, claro, a la aberrante matanza de seres humanos en los campos de exterminio y en otros sitios. Eso me deja sin palabras. No, me refiero a la versión más oculta de las SS, con la búsqueda de determinados objetos ancestrales por diversos países que constituyen grandes tesoros no sólo por su valor material sino también por todo lo que conllevan. En un próximo post escribiré sobre eso.
El otro tema que siempre atrae mi atención es el de la Atlántida. Recientemente he estado leyendo un libro (otro más) sobre el tema y quiero compartir la descripción realizada de lo que sería el edificio que me resulta más interesante, el sagrado templo dedicado a Cleito y Poseidón que ocupaba el centro de la ciudadela y que estaba rodeado… por un muro de oro!!
Es difícil saber si Platón realmente inventó una fábula o es una historia real, aunque leyendo el Timeo pone en boca de Sócrates nada menos la siguiente pregunta: “¿Qué suceso es este que Critias contaba, con referencia a Solón, no como una fábula, sino como un hecho de nuestra historia antigua?” Responder es evidente que no responde a nada, pero que cada cual interprete libremente lo que quiera.
En 2.009 leí con mucha atención las noticias surgidas a raíz de los estudios desarrollados por el equipo de científicos de la Universidad de Wuppertal, en Alemania, liderados por Rainer Kühne. Llegaron a la conclusión, en base a unas fotografías realizadas por satélite de las marismas de Hinojos en Huelva, de que las hipótesis que sitúan a la Atlántida en ese punto debían ser ciertas. En las fotografías se apreciaban como dos estructuras rectangulares inmersas en varios anillos concéntricos que las rodean. Coincide en que es así precisamente como las describe Platón.
En cualquier caso no es el objetivo de este post disertar sobre si la Atlántida pudo haber existido o no. El objetivo es reflejar la magnitud de su templo… por si existiera.
Por la descripción que hace Platón, parece claro que era una ciudad para no dejar indiferente a nadie. Así, la muralla exterior estaba cubierta con bronce, y la muralla siguiente lo estaba de estaño, en tanto que la tercera muralla, que cercaba la ciudadela, resplandecía con la roja luz del orocalcum. Y aquí viene la parte que considero más interesante. El sagrado templo dedicado a Cleito y Poseidón se hallaba en el centro de la Ciudadela de la Atlántida, protegida con un muro de oro que la hacía inaccesible y donde fueron engendrados los diez príncipes.
La parte exterior del templo, salvo los torreones, estaba cubierta de plata y los torreones lo estaban de oro. Y alrededor había las estatuas de oro de los diez reyes y de sus mujeres.
Por la parte interior, el techo del templo era de marfil, adornado generosamente con oro, plata y orocalcum. Fueron puestas estatuas de oro y allí estaba representado el mismísimo dios Poseidón, de pie en su carro. Y el dios tenía tal tamaño que con la cabeza tocaba la techumbre del templo, y a su alrededor había cien nereidas montadas en sendos delfines.
Magnífico!! Y como en tantas y tantas ciudades de la antigüedad, los ornamentos en metales nobles abundaban. Aunque lo que me sorprende de aquí, aparte de la espectacularidad de la construcción, es que hayan hecho no sólo estatuas, sino también un muro de oro nada menos. Sería fantástico poder ver una ciudad así en todo su esplendor.
El blog de los tesoros perdidos 